Las operaciones estéticas
son cada vez más frecuentes en estos últimos años, pero la indecisión de
hacerlo ha sido la punta del iceberg, bien sea por mejorar tu autoestima o
agradar a la persona o simplemente complacer a la sociedad para entrar entre
los estereotipos.
Los senos de las
mujeres son tan importantes como el
miembro viril de los hombres, algunas creen que entre más grande mejor, más
atractivas, más provocativas y más miradas, mientras que otras deciden lucir lo
que Dios le dio. Pero la población de las que quieren operarse es mayor.
Así que tener unos grandes y atractivos senos es la sensación
Los riesgos de las
operación, las posibles complicaciones y los tratamientos post operatorio son
el clic que pone en duda si operarse o no. Como sabemos los cuerpos son
distintos y que no todas pasaran por lo mismo, claro más aun cuando el cirujano
es el mejor de la ciudad.
Una mujer no debe sujetar
esta decisión tan importante en su vida, por decisiones de terceros. Por ello
es importante que antes de tomar esta decisión es vital que te analices y te
preguntes; ¿Por qué quiero hacerlo? ¿Realmente quiero hacerlo? ¿Me sentiré
mejor al hacerlo? ¿Quién se beneficiara de esto? Estas simples preguntas deben
darte la respuesta y demostrarte que no hay nadie más en este mundo que quiera
ese cambio más que tú!
Por ello, lo más
importante es que te ames, te quieras y te reconozcas como ente, que sabe lo
quiere y que quiere decidir por sí misma ser feliz consigo misma. Nunca
realices un procedimiento como estos si realmente no lo quieres hacer, las
consecuencias serán graves y el dolor será tan insoportable que te harán
arrepentir de haberlo hecho.
Sea cual sea la razón para
operarte, para emparejar, reducir o aumentar o simplemente por ganas debes saber una cosa, el dolor es producto del miedo, y el cambio es producto de ti!
Empieza por ti..
Empieza por ti..
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